La uva es una de las frutas estrella de la temporada de otoño. Éstas de la foto son deliciosamente dulces, parecen arándanos por el idéntico pigmento de su piel. El conocido resveratrol es responsable de su potente acción antioxidante celular neutralizando los radicales libres y rejuvenenciendo la célula.
El otoño es mi estación favorita, época para renovar energías, buen momento para una detox. La uva puede ayudarte en este proceso.
Es una fruta con mucho potasio y poco sodio, perfecto para el equilibrio de nuestro organismo en ase detox, también tiene boro y magnesio, eficaces en la absorción del calcio, relajación muscular y sistema nervioso.
Contiene vitaminas A, C y B, alcaliniza y depura la sangre, limpia el intestino y equilibra la microbiota del intestino. Si la tomas con piel y pepitas (bien masticada) es más efectiva.
Existe una práctica llamada CURA DE LA UVA , donde únicamente se toma uva durante varios días, y aunque hay personas que aseguran su eficacia yo recomiendo tomarla de forma menos radical a modo de semiayuno. Uva y caldos de verduras durante un par de días puede llegar a ser saludable.
La uva contiene taninos y otros micronutrientes como el citado resveratrol, que limitan el aumento de células cancerígenas, ayudando a evitar el cáncer de mama , próstata y colon. Muy saludable para nuestros riñones y salud cardíaca, la uva fluidifica la sangre evitando trombos y ayudando a limpiar el hígado.
La uva seca la utilizo en casa como pequeñas gominolas, son bajas en índice glucémico y a mi peque le encantan, aunque hay que tener cuidado tanto con la uva fresca como la pasa, debemos consumirla ecológica ya que es una de las frutas que más se ve afectada por los pesticidas, los sulfitos y aceites refinados, y todo esto puede dañar nuestra microbiota.