Con el calendario de Febrero de fiestas y verduras de Justicia Alimentaria quiero hablaros hoy de la dieta FODMAP.
Los nutricionistas la utilizamos como herramienta para mejorar distintos síntomas ocasionados en patologias digestivas, como el síndrome de intestino irritable, chron, SIBO o intolerancia a la fructosa.
En la FODMAP limitan alimentos que en si mismos son saludables pero producen excesivos gases:
Fermentables
Oligosacaridos: fructanos y galactoolisacaridos
Disacaridos: lactosa
Monosacaridos: fructosa
Polioles: sorbitol, manitol
La dieta consta de varias fases, una más restrictiva, otra de introducción de alimentos previamente prohibidos y otra de mantención.
La FODMAP no debe alargarse mucho en el tiempo, porque a la larga limita y empeora nuestra microbiota reduciendo la producción de Bifidobacterias tan necesarias en nuestro intestino y a su vez aumentando otras cepas nada saludables como la Biophila Wadsworthia, productora de sulfuro de hidrógeno.
Una vez resuelto el problema base iremos acercándonos a una dieta más completa que mejorará nuestra microbiota intestinal ampliando así el abanico de alimentos que nos sientan bien.
¿Crees que una dieta FODMAP podría mejorar tu estado de salud?